¿Qué es FOMO y porque es importante tenerlo en cuenta?
El síndrome FOMO, o por su expresión en ingles Fear of missing out, es un síndrome ampliamente desarrollado en la psicología, pero rara vez tenido en cuenta cuando invertimos nuestro dinero.
El humano es un ser mas emocional que racional. Las emociones son las que suelen pesar al momento de tomar una decisión de cualquier tipo. El miedo, la ansiedad y la incertidumbre son motores fuertes cuando nos toca seleccionar un curso de acción. Incluso suelen ser estos lo que otorgan el peso especifico que voltea la balanza. En este artículo se intentará desarrollar porque es importante concientizarlo al momento de tomar una decisión de inversión.
No para de subir
Muchos de nosotros nos cansamos de ver velas que suben, suben y no paran de subir. Los verdes son cada vez más pronunciados y nosotros tenemos el dinero en nuestra mano esperando la oportunidad de entrada. FOMO no es un termino que ha nacido con las criptomonedas ni tampoco ha sido de desarrollado en la ultima época, pero si se ha profundizado con las redes sociales y la hiperconectividad que brinda la tecnología. Leemos las redes sociales, observamos canales de Youtube, estudiamos y revisamos gráficos una y otra vez y, mientras tanto, el activo continúa subiendo. Esto incrementa nuestra ansiedad y pone en duda todo lo que conocemos; desafía nuestra lógica y entendimiento de la realidad. ¿Por qué, si debería bajar, debería corregir, continua como un tren desbocado? Lo primero que se nos pasa por la cabeza es que el mundo esta equivocado, pero nosotros no. No, nosotros que hemos aprendido cada una de las técnicas estamos en lo correcto; deberá corregir. Si fuésemos a alcohólicos anónimos nos diríamos que estamos en la etapa de "negación"; no queremos aceptar lo que esta sucediendo y buscamos razones que respalden nuestra teoría. Es especulativo, es un squeeze, es la hiper liquidez y todo un rosario de razones que nos sirven para ver la vela subiendo mientras nos convencemos a nosotros mismos.
El miedo a quedarse afuera de la buena vida, de perder una oportunidad o ver como otros aprovechan algo que nosotros no, potenciados por redes sociales como Facebook, IG, o Twitter, son un catalizador altamente volátil al momento de hacer un click. Esto es FOMO en pocas palabras.
Sigue subiendo
Si alguna vez has participado de un short squeeze, sabes de lo que hablo. Cuando las velas se amontonan y no paran un segundo, nuestro pulso se acelera y, en loop, nos preguntamos si habrá un techo o no, si debemos comprar o esperar a que la resistencia funcione. Gran parte del trading de cualquier tipo de activo es de carácter psicológico y emocional, sobre todo cuando nos tenemos que enfrentar a mercados que se encuentran manipulados intencionalmente por ordenes que suelen carecer de un carácter de humanidad. Entonces, esta mas que claro que el síndrome FOMO sirve como propulsor de decisiones que en muchas oportunidades no acostumbran a ser consientes y del todo racionales. Además, se apoya en un sesgo cognitivo en un corto periodo de tiempo; si subía hace un segundo, hace tres segundos, hace un minuto, ¿Qué indica que en el próximo bajara? Lo mismo que jugar a negro o rojo en la ruleta, pero en este caso, nunca para.
¿Qué hago entonces?
Me apena comunicarles que no hay una solución mágica ante todo esto. Estaría encantado de informarles que hay una técnica, pero lamentablemente no lo hay, por lo menos, en forma lineal. Y esto es así porque cada uno, además de tomar decisiones con base en su conocimiento y en sus emociones, lo hace también en relación a sus experiencias. Si recuerdan emocionalmente como se sintieron cuando dejaron de ganar Usd 1000 dólares por no haber comprado cuando pensaron, probablemente cuando su cerebro indique que están en una situación similar, tengan la tendencia a actuar para conseguir esos usd 1000 dólares que no ganaron. ¿Y la razón? No vale la pena la razón cuando se trata de emociones. Entonces, ¿Qué es lo que me sirve?
Claro, suena tan simple que roza lo inocente, pero el último ingrediente que incluirá en otros tres puntos es la experiencia. No podemos evitar incluir la experiencia. Recuerden cuantas veces se han caído antes de aprender a pedalear o cuantas veces intentaron atarse los cordones haciendo un moño que no servía. El aprendizaje es hijo de la experiencia. Podemos leer todos los libros, tener un plan maestro, pero si no hemos de hacer experiencia, probablemente nos cueste aprender a manejarlo.